CUENTO DE NOVIEMBRE


*Este cuento es original de El Timón Alado

DOS TESOROS Y UN DESTINO

Un precioso día se encontraron dos seres fantásticos en la zona boscosa del parque de una bella villa portuguesa.

Uno de ellos era Peter, un americano aventurero que se hallaba en la península de visita de negocios. El otro era oriundo de Lisboa y su nombre era Paulo.

Coincidieron los dos al dirigirse de buena mañana a la fuente. Peter quería dar un buen trago matutino pues tenía la boca reseca por el exceso de pasteles y gominolas de la noche anterior. Paulo tan sólo deseaba lavarse un poco la cara para terminar de despertar completamente.

-¡Good morning, amigo!- exclamó Peter sorprendido. -No sabía que hubiesen duendes por estos parajes-

-¡Y no los hay!- soltó sin más Paulo.

Tras un suspiro soñoliento, añadió:
-Yo no soy un duende. Yo soy un elfo. Los elfos somos diferentes.

-Ya veo. No lo sabía, amigo. Nunca pude distinguir entre duendes y elfos. Yo soy un enano de los de siempre...

-¡Pero eso sí, más americano que el Día de Acción de Gracias!- exclamó riendo Peter.

-¿Y qué te trae por estas tierras íberas?- preguntó un tanto intrigado Paulo.

-Como buen americano me dedico a las transacciones comerciales, y como buen enano, a la alta joyería y las piedras preciosas. Mis ancestros fueron todos mineros allá en América. De ellos me llega mi afición por el oro y los diamantes. Uno de mis sobrinos que habita en las islas Azores me informó de que por aquí cerca se halla un antiguo tesoro procedente de las minas brasileñas. Debe llevar siglos escondido. Probablemente desde los inicios de la colonización portuguesa del Brasil-

Paulo se quedó un tanto pensativo y finalmente añadió: 
-A nosotros los elfos no nos interesan tanto ese tipo de tesoros. Preferimos la naturaleza en estado puro. Aborrecemos el comercio en general y especialmente el negocio de lo artificial. Sin embargo, creo que nos podemos ayudar mutuamente. Yo también busco un cierto tipo de tesoro. Voy siguiendo indicios y creo que me hallo muy cerca ya de su paradero- 

Y así fue como Peter y Paulo intercambiaron todo tipo de información incluyendo diversos mapas para dirigirse juntos hacia una pequeña gruta que se encontraba a escasos metros, justo encima de un manantial.

Y allí, en la misma entrada de la estrecha cueva, los dos compañeros exclamaron: -¡Ahí está. Esa es la señal, es la señal!-

-¡Sí ese dragoncillo junto a la piedra es la señal!- dijo Peter.

-¿Qué dragoncillo? ¡La señal es la libélula que ahora se posa en la roca del otro lado!- replicó Paulo.

Y diciendo esto, los dos se encaminaron rápidamente hacia allí y entraron en la gruta, cada uno por un lateral.

-¡Un cofre! ¡Es el cofre del tesoro. Es el cofre que custodiaba el dragoncillo!- gritaba Peter enardecido.

-¡Un cofre aquí también! ¡Es el cofre que guarda las esencias preciadas, el cofre que custodian las libélulas!- afirmaba Paulo entusiasmado.

Se abrazaron cada uno a su cofre y se miraron a los ojos... Su expresión era idéntica...

Se podía leer en sus miradas: ¿Los compartimos o no?

Habían hallado en el mismo sitio, cada uno su tesoro. ¡Y seguramente serían tan distintos el uno del otro!

Cuando abrieron los cofres se quedaron estupefactos. En el cofre de Peter, todo eran joyas, monedas de oro y piedras preciosas de valor incalculable. Pero es que en el cofre de Paulo hallaron varias bolsas con polvo de hadas, tarros de la esencia de invisibilidad, y hasta un frasco repleto del elixir de la eterna juventud.

Parece ser que finalmente decidieron compartir sus respectivos tesoros, puesto que al poco tiempo comenzó a correr como la pólvora el rumor de que por aquellas comarcas existían ciertamente unos gnomos enjoyados que aparecían y desaparecían a su antojo repartiendo estelas doradas a su alrededor.

"Y colorín, colorado... dos seres fantásticos se han aliado"

Moraleja: “Riquezas y pura Magia pueden compartir un mismo camino... y en ocasiones un mismo destino”

Autores: Nayala, Elsa, Uriel, Jaime, Elías.

Facilitador: Eduardo González

PORTAL 11-11

8.11.18


ENCUENTRO 11-11



Accede a tu maestría interior a través de la introspección, 
la meditación y la renovación energética. 

Actividad muy recomendable para tod@s aquell@s que inician cambios en sus vidas, o así lo deseen.

El 11 de Noviembre aprovecharemos las energías que activarán nuestros códigos de luz internos y así impulsarnos en nuestro propósito de vida.
¡Aprovecha esta oportunidad!

CUÁNDO: Domingo 11 de Noviembre de 2018
DÓNDE: En El Timón Alado. C/ Curtidores,4 - Segovia
DURACIÓN: De 17 a 20 h. aproximadamente
APORTACIÓN: 20
RECOMENDACIONES
Ropa cómoda y a poder ser blanca. 
Estaremos descalzos o con calcetines (a poder ser antideslizantes mejor). 
Traer un cuarzo rosa o blanco tratado antes con agua y sal. 
No ingerir alcohol, ni café durante el fin de semana. 
La comida del domingo lo más ligera posible.
RESERVA TU PLAZA: 639 18 12 68 (Lola)- 608 38 13 58 (Eduardo)

CUENTO DE OCTUBRE

6.11.18


CLEOSOL Y EL MEDALLÓN FULGURANTE
*Éste es un cuento original del Timón Alado

Hubo una vez aquí mismo, en estas tierras que ahora llamamos segovianas, que habitaron los celtíberos. Pero de eso hace mucho, mucho tiempo... 

... Casi tres mil años atrás vivió en un poblado junto al río Eresma un niño llamado Cleosol.

Cleosol era arrogante y valiente como todos los "arevacos", tribu celtíbera a la que pertenecía. 

Colgaban siempre bajo su casquete cobrizo hacia atrás una trenza larga y pelirroja hasta la mitad de su espalda, y hacia delante, hasta el centro de su pecho, una especie de medalla reluciente en forma de corazón.

Un buen día, a la edad de once años, Cleosol dejó su rebaño de cabras en un cercado para adentrarse en los bosques próximos a la sierra en busca de setas. Era la temporada y le encantaba acompañar sus trozos de queso con todo tipo de exquisiteces: arándanos, moras, uvas pasas, grosellas y setas... ¡Cómo disfrutaba en los atardeceres del otoño!

Aquella misma tarde, mientras descansaba apoyando su linda cabellera sobre un enorme risco a la vereda de un arroyo, Cleosol clavó su mirada en la hierba. Algo había captado especialmente su atención. Se trataba de un trébol. 


Indudablemente era un trébol pues estaba rodeado de verdes  tréboles y tenía sus hojas en forma de corazón. Pero además de ser más grande que el resto... ¡Tenía cuatro hojas! 

Cleosol nunca había visto uno de esos tréboles, aunque eran de sobra conocidas las fantásticas historias que se narraban en los poblados acerca de la buena fortuna que siempre acompañaba un hallazgo así.

No lo dudó ni un instante. Lo arrancó con su mano izquierda y al posarlo sobre la palma de su diestra, el trébol se esfumó al ser arrastrado por una repentina ráfaga de viento.

Desesperado, el pequeño celtíbero lo siguió corriendo hasta una gruta en cuya entrada se detuvo el viento depositando el trébol de la suerte a los pies de un gigante. O al menos eso le pareció a Cleosol al verlo desde la distancia. 

Pero no, no se trataba de un gigante. Era Edgard, el Mago, que lucía una túnica roja y una barba larga y grisácea.

Edgard era el Gran Druida de la comarca y provenía directamente de estirpes vikingas. Contaba con gran prestigio en toda la zona. Su magia era reconocida por todos aunque muy rara vez se acercaba a los poblados. Las gentes del lugar lo estimaban y más de uno lo temía con razón. Se decía que a todos aquellos que no respetaban los tratos y los que no sabían guardar secretos, quedaban convertidos en murciélagos durante tres días. Está claro que nadie deseaba tal afrenta y por eso todos los niños de estas tierras eran tan nobles, respetuosos y educados. (Quizás nos vendría bien que regresara Edgard por aquí un día no muy lejano)

Cleosol se quedó atónito ante la majestuosa presencia del mago y permaneció en silencio observando a cierta distancia hasta que el mago le dirigió una mirada profunda y severa que asustó al niño. Sin embargo de repente, al constatar que era un trébol de cuatro hojas lo que yacía ante él, Edgard emitió una sonora carcajada que alivió toda tensión.

-¡Qué mágico hallazgo! ¡Qué mágico encuentro!... ¿Qué nos deparará esta gran suerte amiguete? tronó con voz ronca pero melodiosa y amable el druida.

Y de repente, Cleosol vio cómo Edgard fijaba una mirada penetrante en su pecho mientras pronunciaba palabras de asombro.

 -Tu colgante, tu colgante, tu colgante... No es una corazón verde... Es una pieza, una hoja de trébol - Y mientras susurraba estas palabras, entresacaba de su propio pecho otro colgante, que simulaba un trébol de tres hojas...

-¡Tú debes ser Cleosol... hijo de Clorofila, hermosísima hermana mía!-
-¡Cleosol, sobrino mío del alma!- exclamó Edgard emocionado. Aquél niño era sangre de su sangre.

Y entonces descolgó su medallón y tomó el de Cleosol uniéndolos... De repente se fundieron desprendiendo rayos fulgurantes y fueron configurando... ¡Un medallón completo de un trébol de la suerte, un trébol de cuatro hojas!

Y en cuanto se configuró, el medallón comenzó a elevarse sobre las manos de Edgard y a girar velozmente sobre su eje. En un instante salió disparado en dirección a la montaña.

-Rápido, rápido. Debemos ir tras él. Nos llevará a buen destino- dijo el Mago a Cleosol mientras emitía un silbido ensordecedor que servía para llamar a Pepo, su unicornio volante.

Y así, montados en Pepo, el precioso unicornio albino que siempre utilizaba Edgard para las largas travesías, siguieron las estelas amarillas del mágico colgante hasta alcanzar las Montañas Vacceas, cerca de lo que hoy llamamos provincia de Ávila. Y allí, atravesando sombríos túneles y algunas grutas repletas de calaveras,  en una elevada y verdosa explanada repleta de tréboles de cuatro hojas frente a una pequeña cueva, el medallón mágico se detuvo. 

Entonces Edgard el Grande, descabalgó y se adentró en aquella cueva para salir al instante sonriente  alzando al cielo un cofre enorme que debía pesar una tonelada y profiriendo un alarido de victoria:
¡El tesoro de Los Antiguos Vacceos! 

Y colorín, colorado... ¡¡¡La buena suerte se ha logrado!!!

Moraleja: "Sigue las señales, siempre llevan a buen puerto"

Autores: Jaime, Nayala,Uriel, Elsa y Elías

Facilitador: Eduardo González



1 de Noviembre

22.10.18

HAPPY HI-KNOWING


 1 DE NOVIEMBRE DE 2018

 Os presentamos una manera diferente de celebrar en familia el 1 de Noviembre
"HAPPY HI-KNOWING"

¿Y qué es "Hi-Knowing"?:
Hi = hola (saludo en inglés)
knowing = viene del inglés "know", que significa conocer, saber

Entonces aunamos ambas palabras para "saludar al saber". ¿Y qué queremos decir con eso?, ¿qué es aquello tan importante que tengo que saber y además, no sólo saludar, sino re-conocer, agradecer y honrar?
Sencillo: mis raíces, mis orígenes, de dónde vengo, quiénes son mis antepasados.

Somos lo que somos gracias a nuestros ancestros. Eso es algo que no podemos cambiar.

Desde el Timón Alado lanzamos una propuesta de celebración y honra a nuestros antepasados a través de la danza, la música y rituales de reconocimiento, colocando a cada uno en su lugar, desde el amor y la luz, para poder escribir en el libro de nuestra vida con merecimiento, alegría y gratitud por todo lo recibido.

Como dice nuestro lema: "El Tesoro más preciado está dentro de ti", y el reconocimiento del lugar de procedencia de ese tesoro es el legado más valioso que podemos dejarles a nuestros hijos. Así tendrán una vida plena, feliz y armoniosa. ¿Quién no quiere ésto para su vida?.

Si te apetece probar esta experiencia en familia, 
Reserva Ya! (plazas limitadas):

Lola (Bhairava): 639 18 12 68

Eduardo: 608 38 13 58

¿Cuándo? 1 de Noviembre a las 17:30h
¿Dónde? en El Timón Alado (C/ Curtidores, 4 - Segovia)
Aportación: 10 € por persona 
Duración del encuentro: hasta las 20:00 h aprox.

Incluye celebración con merienda.


¡OS ESPERAMOS!

NOVEDADES DE INTERÉS

12.9.18

COMENZAMOS EL 1 DE OCTUBRE 

MATRICULA GRATIS ANTES DEL 30 DE SEPTIEMBRE

¡INSCRÍBETE! 

Os recordamos que durante este curso en las actividades para adultos disponéis también de sesiones de Armonía A-una (pincha aquí) 

Se trata de una actividad muy recomendable para llevar con aplomo y buen talante el día a día.

¡Consultad posibles horarios y constatad sus beneficiosos efectos en todos los ámbitos de la vida!

---------------------------------------------------------------------------

Así mismo os informamos de la particular novedad de la Terapia Energético-Introspectiva

Si necesitáis recargar pilas... y descubrir nuevos potenciales no dudéis en acudir a nuestra consulta.

¡Y no esperéis a estar completamente fundidos!
¡Venid ya!
¡Todo vuestro entorno lo agradecerá!


Algunos comentarios acerca de nosotros...

Acudir a El Timón Alado ha supuesto para mi hijo un cambio de actitud. Ha podido comenzar a controlar sus conflictos internos y externos y ser consciente de aspectos importantes en su formación como integrante de un grupo y a nivel individual.  Está aprendiendo a gestionar sus emociones y a relajarse. Como madre, a mí me ha ayudado a facilitarle herramientas para que gestione su presente y su futuro, con la tranquilidad de saber que “está en buenas manos”. Aún siendo madre soltera, sé que hay una “tribu” para ayudarme en la EDUCACIÓN, DESARROLLO E INTEGRACIÓN de mi hijo. Muy agradecida con la labor de El Timón Alado.
E.H.

Encontré El Timón Alado en un momento de mi vida como el que todos pasamos. Con preocupaciones, inseguridad, temor por mis hijas… siempre sin saber si estás en el lugar adecuado, si estás haciendo las cosas bien, con miedo a las enfermedades… un poco asustada y bastante perdida. Yo nunca había meditado.  Y me recomendaron las meditaciones para desconectar del ajetreo de mis pensamientos, pues soy de las que está todo el día pensando, y no siempre en positivo.
Por otro lado andaba buscando una explicación a determinados acontecimientos que sucedieron en mi vida. En El Timón Alado he aprendido a desconectar de la mente atribulada, a que mis pensamientos sean positivos, he vuelto a conectar conmigo misma y con la vida, la cual puedo hoy percibir sin temores ni angustias. Sé dónde he de estar y lo que he venido a hacer… ¡Estoy en paz con mi vida! Sólo puedo dar mil gracias a Lola y Eduardo por enseñarme a estar conmigo y poder entenderme a mí misma y el mundo que me rodea… ¡Mil gracias! 
S.G.

En mi caso, las actividades de Biodanza de adultos, Biodanza en Familia y Meditaciones en El Timón Alado, me han embarcado a un viaje hacia mi interior, un viaje lento pero repleto de satisfacciones en el camino. Un viaje hacia mi esencia donde voy sintiendo el amanecer de mi propio equilibrio, de mis límites y mis posibilidades, dándome cuenta de cómo podemos obtener todo lo que necesitamos de nuestro yo interior.  Por su parte, la actividad de Biodanza en Familia hace lo propio en mi hija y, cómo no, en mi familia.  La niña también asiste a juegos conscientes, elaboración de cuentos y actividades que le aportan un aprendizaje equilibrado y un crecimiento como persona en coherencia.
Continuaremos el viaje desde El Timón Alado para seguir avanzando en el bienestar.
E.M.R.

No me extraña lo que dicen de vosotros porque mi experiencia es similar...
Ayudaste a mi hijo a encontrarse, a superar sus conflictos emocionales y sentirse más tranquilo. A mi me ayudaste a saberle ayudar y me proporcionaste pautas para mejorar. Fuiste un bálsamo regenerador en el mar de emociones de mi hijo que yo no sabía abordar. Muy agradecida por tu ayuda. Siempre tendré buenas palabras para El Timón Alado y sobretodo para ti y tu mujer. Ahora toca seguir adelante con esas ganas que os caracterizan.
E.M.C.A.

¡Bienvenid@s al nuevo curso!

5.9.18



Comienzo del Nuevo Curso 2018 /19


Querid@s Amig@s de El Timón Alado:

Os damos la bienvenida a tod@s en este curso con una extensa oferta de actividades.

Consultad en nuestro blog los horarios y precios.
¡Os esperamos con ilusión! 

El inicio de las mismas será:

* Actividades Infantiles 
(A partir de 2ª quincena de Septiembre)

* Actividades de Adultos 
( A partir de Octubre)

Un abrazo afectuoso:
      Lola y Eduardo

CUENTO DE JUNIO

16.7.18


* Éste es un cuento original de El Timón Alado

UNA SORPRESA GIGANTESCA

Hubo un tiempo muy lejano en que existió un vasto territorio llamado Megalandia.

Todo lo que allí había era de un tamaño enorme. Las plantas, los árboles, las piedras, los ríos… absolutamente todo era muy pero que muy grande.

Y como no podía ser de otro modo, sus habitantes eran los Gigantes.

Los Gigantes de Megalandia se caracterizaban además de su gran tamaño, por tener un solo ojo en el centro de la frente.

Un buen día, mientras paseaba por el bosque de secuoyas, el Gigante Catapum, llamado así por el estruendo que generaba cada pisada suya sobre la tierra, se encontró con un ser espantoso tan enorme como él, pero con un rostro completamente desfigurado y repleto de arrugas, un rostro realmente horrible. Ni siquiera tenía ojos.

- ¡Y yo que creía que los gigantes éramos feos… Comparados con este espécimen somos más bellos que el príncipe de Beukelaer! -exclamó Catapum haciendo retumbar el bosque con sus carcajadas.

- ¿Y vos quién narices sois? ¿Y qué narices hacéis en nuestro bosque? – contestó aquel extraño y horripilante ser.

- ¡Pues yo soy Catapum Chimpum, Rey de los Gigantes y de estas tierras; y por tanto amo y señor de este bosque! – vociferó de nuevo el Gigante.

- ¡Ja, ja, ja! -se reía con ganas aquel espantoso ser sin ojos.

- ¡Pues yo soy Ojicornio, Rey de los Monstruos, y me llaman así porque en mi frente no hay ojos, pero sí un afilado cuerno! -dijo el monstruo cornalón tocando con las puntas de sus dedos, aquel asta desafiante que apuntaba al barrigón de Catapum.

- ¡Nosotros los Monstruos llevamos milenios en este bosque y jamás habíamos topado con nadie como vos por estos andurriales! -dijo en un tono retador.

- Aunque los monstruos seamos ciegos por falta de ojos, poseemos muy buenos oídos y finísimo olfato… ¡Con estos agudos sentidos nos sobraría para detectar vuestra bravucona y pestilente presencia a la legua! – aseveró insultante Ojicornio.

Al escuchar tamaña ofensa, el gigante Catapum se abalanzó sobre el monstruo agarrándole del cuello.

Y fue en ese preciso instante cuando se percató del colgante que lucía sobre el pecho del monstruo.

-     ¡Un colgante de Corazón Sonriente!- exclamó tan sorprendido como emocionado Catapum, rompiendo a llorar de alegría.

Y entonces le contó a Ojicornio la historia que todos los Gigantes escuchaban desde pequeños y que se transmitía de generación en generación.

Hacía mucho, mucho tiempo, hubo una familia de  gigantes ciegos que se perdieron en el bosque. Eran los mejores de entre ellos, y aunque eran orgullosos, destacaban por su sabiduría, bondad y entrega.

La leyenda nos dice que si alguna vez hallamos un colgante de corazón sonriente, habremos de saber que nos traerá gran fortuna, porque perteneció en su día a uno de nuestros hermanos. Quizás al mejor de ellos.

Y así fue que Gigante y Monstruo se fundieron en un abrazo inmenso entre lágrimas de emoción.

Y esa misma noche hubo en el bosque una fiesta de celebración grande, grande… mayúscula, como no podía ser de otro modo tratándose de Megalandia.

Monstruos y Gigantes danzaban al son de los enormes tambores y trompetas.

El estruendo y la algarabía se escuchaban en los confines del mundo.

¡Qué grande es el encuentro!

¡Qué importante hallar el vínculo!

Y colorín colorado… ¡¡¡Gigantes y Monstruos por fin se han abrazado!!!



Cuento del mes de Mayo

3.6.18



*Éste es un cuento original de "El Timón Alado"

UN SUEÑO REVELADOR

Hubo una vez, en tiempos remotos, un niño muy curioso que vivía en una aldea norteña llamado Diego.

Diego, a pesar de su corta edad, pues tenía recién cumplidos los nueve años, era de carácter decidido. A Diego le encantaba investigarlo todo y por eso sus amigos le llamaban “Diego el explorador”.

Haciendo honor a su sobrenombre, un buen día decidió salir a explorar el campo, pero tan absorto quedó en sus pesquisas que cuando se quiso dar cuenta estaba oscureciendo.

Hallándose en pleno bosque cuando intentó regresar a casa, se asustó. Era evidente que se había perdido. No sabía hacia dónde encaminar sus pasos.

Aterido de frío y con miedo, Diego decidió acurrucarse junto a un árbol. Al apoyarse en el tronco algo cayó golpeándole en la cabeza.

Cuando tanteó en la tierra buscando lo que le había golpeado, halló una manzana.

¡El árbol era un manzano!

Diego estaba tan hambriento como asustado, así que se comió tres manzanas antes de quedarse dormido de puro cansancio.

Sin embargo, no sabía que aquel manzano era conocido por todas las hadas y duendes del bosque como el árbol de la “Buena Suerte”. Aquél que comía de sus frutos era recompensado con algo estupendo, con alguna sorpresa maravillosa.

¡Y Diego se había comido nada menos que tres manzanas! Sin duda, a Diego le aguardaba gran fortuna.

Así fue como en sus sueños apareció ante el niño un mago suspendido en el aire, con los ojos cerrados y en actitud meditativa mientras a su alrededor rayos y centellas relampagueaban sin cesar.

Aquel mago de expresión y apariencia terribles, sin embargo, aseguró a Diego que alcanzaría un gran tesoro. Tan sólo habría de seguir las señales que le ayudarían a vencer sus propios temores.

Al despuntar el día y con apenas la leve claridad de las primeras luces del alba, Diego se despertó con un vívido recuerdo del sueño, y a pesar de haberse desorientado y perdido en el bosque, sonrió.

Algo de todo aquello le había devuelto la confianza.

En aquellos momentos, Diego se sentía rodeado de una belleza indescriptible, una belleza que iba en aumento conforme la luz del día se intensificaba.

A pesar de saberse perdido en lo más profundo del bosque, se sentía acogido, arropado, protegido por él.

Era como si todo a su alrededor lo acompañara, como si todo le hablara en un lenguaje de aliento. Cualquier imagen, cualquier sonido se convertía en susurro de alegría y salmo de alabanza. Ya no sentía el menor temor.

Diego pasó todo el día ensimismado, suspirando una y otra vez, disfrutando de cada paso, de cada inspiración, de cada exhalación, de cada encuentro con las mariposas, con los pajarillos, con las flores, con las piedras… Todo era motivo de asombro. Era como si el mundo entero tuviera más vida, más color, como si la totalidad de la existencia adquiriera un nuevo y profundo significado, como si todo encontrara su pleno sentido.

Aquella vivencia de gozo, aquella serena alegría, aquella sentida plenitud ahondaban con ahínco en el alma de Diego.

Y así, de nuevo oscurecía y el niño decidió volver a dormir junto al manzano.

Como la noche anterior, comió tres manzanas, pues a pesar de haber engullido durante el día sabrosas grosellas, moras y bayas de todo tipo, seguía estando hambriento.

Diego, sin miedo alguno, sintiéndose arropado por la misma oscuridad de la noche, durmió como un bendito.

Y también aquella noche soñó con el mago, aunque esta vez ya no andaba envuelto en rayos. Ahora todo a su alrededor era sosegado y tranquilo. Y en el sueño, el mago parecía sostener entre sus manos una especie de mapa del tesoro con forma de corazón mientras contemplaba al niño sonriendo y en silencio. Sin duda el mago se mostraba complacido porque Diego había vencido sus miedos.

A la mañana siguiente, al despertar, Diego observó a escasos metros como un conejillo correteaba y brincaba sin parar dibujando círculos en torno suyo.

El animalillo parecía querer comunicarse con él. Tan brioso y saltarín lo veía Diego que decidió seguir sus correrías y llamarle “Chispas”.

Y así fue como niño y gazapillo se unieron en juegos, brincos y risas. Aquello, parecía cosa de magia.

Diego, aunque alegre, siempre había sido un chico un tanto serio y de fuerte carácter. Sin embargo, ahora se sentía el ser más alegre y dichoso del universo.

Finalmente llegaron hasta la vereda de un río que serpenteaba vivaz por entre las boscosas laderas.

Fue entonces cuando Diego cayó en la cuenta de que junto a su aldea corría un río tan precioso como aquél.

Decidió pues seguir su cauce con la certeza de que le llevaría hasta su hogar.

El conejillo corría tras él cuando a lo lejos divisó el campanario de la ermita, mientras sonaban las campanas. Sin duda toda la aldea andaba en su busca. Pero Diego ya regresaba, más vivo y sonriente que nunca.

Y fue en ese preciso instante que las lágrimas resbalaban de pura dicha por sus mejillas.

Diego regresaba a su hogar como un héroe. No tanto para los demás, como para sí mismo y para el mago de sus sueños.

Diego había vencido sus miedos y ahora desde una absoluta autoconfianza, la vida le sonreía. 

Había seguido las señales, había entendido el lenguaje de la naturaleza y el verdadero mensaje de sus sueños: 

“El tesoro más preciado siempre, siempre, siempre se halla dentro de ti”

Y colorín, colorado…

… ¡Diego el explorador en gran mago se ha transformado!

MORALEJAS: “Toda transformación conlleva ritos de paso”

“El mejor maestro es el maestro de sí”

Autores: Miguel, David, Uriel, Juan, Aurora y Elías.

Facilitador: Eduardo González Doménech  (Aditya Namah)

ESPECIAL JUNIO: BIODANZA EN FAMILIA

22.5.18


BIODANZA srt EN FAMILIA: LOS 4 ELEMENTOS

Durante el mes de Junio, en El Timón Alado te ofrecemos la oportunidad de experimentar esta maravillosa actividad en familia, encontrando aquí el lugar y el momento propicio para fortalecer vínculos, reencontrarnos y conectarnos de corazón a corazón, con nosotr@s mism@s, con nuestr@s hij@s y con los demás.

A través de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) nos adentraremos en su significado simbólico para integrar sus cualidades en nuestra familia y darles un lugar en nuestro cotidiano.

- La tierra: se relaciona con la concreción, los instintos y la supervivencia.
- El agua: alude a la afectividad y las emociones. 
- El aire: habla de los sueños, anhelos, ideas y proyectos, la trascendencia
- El fuego: representa la pasión, la vitalidad y el motor que nos impulsa

Los miércoles a las 17:30 h.
Duración aproximada: 1 hora

Precio: 35 €/familia para dos miembros (10 € más por cada miembro adicional)

¡Atrévete y ven! - Plazas limitadas-

(Consúltanos otros posibles horarios)

Haz tu reserva en el: 639 18 12 68 (Lola-Bhairava)


Cuento de Abril

3.5.18


Un viaje interplanetario



* Éste es un cuento original de El Timón Alado

Allá a lo lejos, en lo más recóndito de nuestro sistema solar, se encontraba el pequeño Pepe Luís, un niño intrépido y decidido, viviendo en un planeta enano conocido como Plutón.

Un buen día, Pepe Luís decidió salir en busca de aventuras que amenizaran su vida, pues aunque le encantaba contemplar las estrellas y planetas del firmamento gracias a su estupendo telescopio de última generación, lo cierto es que Plutón resultaba ser tan aburrido como enano. Su espíritu aventurero y su curiosidad le incitaban a viajar por el espacio.

Así pues, Pepe Luís salió con su nave en dirección a Saturno, planeta que siempre le había atraído por su enorme anillo exterior. Pensaba que teniendo tan gran anillo dorado a su alrededor, en su interior contendría tesoros inimaginables.

Al llegar allí, se presentó ante el Rey al que llamaban Saturnino en honor al planeta que regentaba y le preguntó por los tesoros que sin duda habría en su palacio.

Saturnino rompió a llorar de inmediato. Y entre lágrimas confesó a Pepe Luís que todo su tesoro -incluida la preciosísima corona de oro con incrustaciones de diamantes y rubíes-  le había sido robado días atrás por unos alienígenas venidos de Marte.

Pepe Luís, además de valiente y aventurero, era muy bondadoso, por lo que decidió ayudar al Rey de Saturno y le prometió recuperar su gran tesoro.
Saturnino le dijo que si lograba recuperarlo, le recompensaría con cien monedas de oro acuñadas en la Gruta Saturnal y un collar de perlas de diez centímetros de diámetro cultivadas en el Lago Dorado del Anillo Externo.

-¡¡¡Esto sí es una recompensa!!!- exclamó Pepe Luís.

Sin pensarlo dos veces se subió a la nave y se dirigió a Marte a toda velocidad.
Sin embargo, conforme se acercaba al Planeta Rojo, se le iba haciendo más y más atractiva la idea de realizar una visita, por fugaz que fuera, al planeta precioso, al planeta del agua, al planeta azul, al planeta que enamoraba a todas las criaturas de la galaxia: la Tierra.

Y allá que se vino Pepe Luís a la Tierra antes de ir a Marte.

Nada más aterrizar en nuestro amado planeta, se encontró con un perro que conducía una magnífica excavadora y que afirmaba pertenecer a la “Patrulla Canina”.

¡¡¡Era nada menos que Ravel!!!

Y así fue que Pepe Luís convenció a Ravel para ir juntos a Marte y poder extraer el tesoro de Saturnino, que seguro los marcianos habían enterrado en alguno de sus innumerables desiertos de arena roja.

Llegados a Marte, fueron recibidos por un Rey al que llamaban Marcial en honor a su planeta.

Pepe Luís le contó que había visitado Saturno y le preguntó por el tesoro.
Marcial le contó que necesitaba deshacerse de él, pues desde que lo enterraron profundamente bajo el torreón de su castillo, todo eran disputas y peleas entre los marcianos.

Sin embargo, no encontraban el modo de desenterrarlo pues carecían de las herramientas adecuadas para hacerlo sin dañar la estructura de su precioso torreón.

En ese preciso instante apareció Ravel con su excavadora y se pusieron “manos a la obra”.

Al cabo de un par de trabajosos días pudieron desenterrar el gran tesoro.

Marcial estaba “la mar de contento” porque sabía que de inmediato volvería la paz a su planeta. Le entregó una misiva para Saturnino en la que solicitaba su perdón. Las muchas peleas entre sus habitantes le hicieron comprender que no era una buena idea conquistar el espacio con ánimo de explotación y hurto. Era mucho más edificante para todos vivir en armonía interplanetaria.

Pepe Luís y Ravel llevaron todo a bordo de la nave y se dirigieron a Saturno.

Allí fueron recibidos como héroes… Saturnino organizó al instante una celebración especial donde se volvió a coronar de nuevo: Y así es que la fiesta de la “Re-coronación” se recuerda cada año desde entonces.

Cuando se supo que finalmente podría reinar la paz en el sistema solar y en toda la galaxia, la alegría fue inmensa.

Y colorín colorado… …Pepe Luís y Ravel han triunfado.

FIN

AUTORES: David, Miguel, Uriel, Aurora y Elías

FACILITADOR: Eduardo González Doménech (Aditya Namah)