Sobre la autenticidad.

Ser auténtico es cumplir con nuestro propósito, más que actuar pretendiendo agradar a otros. Ser auténtico es la única manera de conseguir realmente ser y por tanto también, la única manera de vivir en coherencia.

La autenticidad es una cualidad esencial para el liderazgo: ser quienes somos y no tener miedo de serlo ante los demás… liberarnos de ciertos condicionamientos y falsas creencias… liberarnos del miedo al fracaso, el miedo al ridículo, el miedo al rechazo… soltar todas estas limitaciones muchas veces autoimpuestas y permitirnos que sea nuestro corazón quien se exprese.


Uno de los grandes retos actuales es precisamente el de lograr que nuestros hijos alcancen su autenticidad. Para ello habrán de descubrirse a sí mismos y nuestra mejor aportación consistirá en trabajar en esa misma línea, mostrando en nosotros aquello que pretendemos alcancen ellos.

Si somos capaces de pensar, decir y hacer exactamente aquello que verdaderamente sentimos, podremos vivir coherentemente. De eso se trata. Tal es el desafío de la autenticidad.

Sin embargo, para ello tendremos que saber quiénes somos, qué es lo que verdaderamente sentimos y por qué, tendremos que saber para qué vivimos, dotar a nuestra vida de sentido.

Desde tal perspectiva se hace necesario hallar una vía para el autoconocimiento.

No podremos ser auténticos si no sabemos quiénes somos, de dónde venimos ni hacia dónde nos dirigimos.

Citas para la ayuda y la reflexión:

- “Como es afuera es adentro” (Principio hermético)

- “Conócete a ti mismo…” (Máxima del Oráculo de Delfos)

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Únicamente siendo quien verdaderamente soy puedo alcanzar plena satisfacción, pleno significado, pleno sentido. 

Sólo creciendo conforme a mi naturaleza esencial puedo alcanzar mi maravilloso destino. 

Anclarme en mí al margen de todo temor, de todo juicio, de toda duda; mantenerme en el Amor que yo soy para desde ahí actuar en coherencia. Tal es el único y verdadero desafío, la síntesis última, el auténtico sentido de la vida.  

(E.Glez)