La Gran Pregunta ¿Quién Soy?

Para responder con rotundidad y absoluto convencimiento a la gran pregunta, a la quintaesencia de todas las demás grandes preguntas, es necesario desprenderse de las corazas, de aquellos condicionamientos que ocultan incluso a ojos propios, aquello que en esencia existe en nuestro fuero interno.

Todos estos condicionamientos surgen de una única raíz errónea, de un pensamiento inconsciente característico en toda mente humana: "No soy suficiente".

De ahí deviene ineludiblemente la necesidad perentoria, urgente, de ser más, de conseguir más, de tener más. Y surge al mismo tiempo la comparación con el otro, para comprobar si ese otro es, consigue o tiene más o menos que yo. 

Por supuesto, de esa raíz nacen muchos males. Son los males de un error fundamental: la falsa creencia de que puedo ser más de lo que soy. Y esto es así puesto que en la superficie, a nivel de las corazas, siempre voy a ser superior a unos e inferior a otros. Pero eso es en la dimensión de la forma, no en la de la esencia.

La verdad primera, la verdad esencial, es que no soy superior ni inferior a nadie, puesto que en esencia soy lo mismo que ellos son. La misma Vida que anida en mí, aquello que me anima, es la misma que es en todos, es la Consciencia Una manifestada bajo diversas formas.

En realidad, jamás podremos ser ni más ni menos que lo que ya somos.

La labor fundamental en la vida es permitir que el  Ser que somos se manifieste a través nuestro.

De esta comprensión surge la grandeza de la humildad, pero también la grandeza de la verdadera identidad.

E.Glez